El nombre propio masculino de Alan es uno de los nombres que cuentan con un origen meramente Germano, cuyo significado es: “El de la tribu de los alanos”. La festividad de los bautizados con este nombre se lleva a cabo el día 14 de agosto.
Si dos palabras pudieran describir la personalidad de Alan, éstas serían: armonía y equilibrio. Ambas cualidades emergen de su persona por lo que naturalmente se le conoce por ser un verdadero encanto. Alan busca siempre complacer, no le teme a la conciliación ni a la adaptación, además es un hombre que es capaz de usar su experiencia para ponerla en práctica cuando lo considera necesario. Es un hombre verdaderamente seductor, es capaz de manejar la más alta dialéctica, cuenta con gran ingenio que al mismo tiempo puede mezclar con el humor. Alan se conoce por ser orgulloso y nervioso, sin embargo casi siempre está satisfecho con sus acciones. Es de mencionar, que es precisamente el orgullo, lo que le puede llevar a detenerse y reaccionar en una manera negativa. Su natural curiosidad puede ser considerada como una espada de doble filo, ya que por una parte se le considera como ecléctico, pero por la otra puede llegar a ser hasta cierto punto inestable. Alan es un hombre muy sociable, hablar con él termina siendo una verdadera satisfacción ya que es un hombre con mucho tacto y delicadeza. No es indiferente a los placeres de este mundo, razón por la cual puede llegar a ser muy difícil en sus elecciones, en una situación emocional -romántico y afectiva- puede llegar a sentirse poco satisfecho.
